Según ella, dentro del medio en el que se desenvuelve, la hace diferente su pasión por la naturaleza y por promover en todo tiempo y lugar, ese espíritu ecológico que todos los seres humanos deben desarrollar, en pro de vivir en un mejor planeta.“Cuando estoy sumergida en ese apasionante proceso de diseñar uso la proporción áurea con el número de Fibonacci: medir cualquier parte de la naturaleza me sirve de inspiración para crear e innovar, pues considero que regirse por dichos parámetros me ha permitido obtener resultados visualmente muy agradables”, comenta Kathya.
Ella piensa que sobresalir es posible cuando se persiguen los ideales con pasión, siendo constante y disciplinado en todo momento. “Intenté una y otra vez entrar a trabajar a una empresa de químicos muy importante en los Estados Unidos, pues me asombró mucho un libro que leí mientras estudiaba una parte de mi carrera en ese país, el texto se llama Cradle to Cradle (De la cuna a la cuna): Rediseñando la forma en que hacemos las cosas. Dicho libro revolucionó mi vida profesional y me motivó a conocer a los autores y a querer trabajar con ellos; lo mejor de todo es que luego de perseguirlos por varias universidades y de que ellos vieran mi insistencia, conseguí su aprobación”, recuerda Warner.
Le dieron el trabajo pero sin sueldo, durante 3 meses, luego de ese tiempo logró que la contrataran, llegando a ganar mucho más de lo que le dejaron de pagar en esos meses de prueba, como dice ella.
Duró entonces dos años trabajando en la empresa del importante químico Michael Braungart, reconocido entre otras cosas, por ser el fundador de la Agencia para el Fomento de la Protección Ambiental, Epea, en Alemania. Él, junto al arquitecto William McDonough escribió el libro que descrestó a Kathya, incitando en esta emprendedora barranquillera, una gran hazaña.
“Ellos hablaban de diseño en su libro y yo veía que no había ningún diseñador en su staff, por eso fue mi insistencia, porque quería, además de aprender de estos genios, abrir un espacio de trabajo para mi profesión. En estos momentos hay tres diseñadores trabajando en esa gran empresa”.
Kathya tiene una hoja de vida excelente, en la cual podemos ver distinciones, reconocimientos y artículos de prensa, entre los cuales se destacan en el 2010 la inclusión de un trabajo suyo en el anuario de la prestigiosa revista de diseño Axxis. En 2008 fue parte del programa Fresh, galardonado como Producto Ambiental del Año por el Enviromental Protection Department y el Green Dot Award de EU. En el 2006 obtuvo la nominación y distinción WTN, World Technology Network, en San Francisco, California.
Pero todo esto, aunque son grandes reconocimientos a su labor, no la trasnocha; lo que en realidad le quita el sueño es su obsesión por la creación de productos para bebés. Desde hace más de diez años adelanta estudios sobre la mejor forma de no utilizar químicos en sus cremas y champús, entre otros.
“No es posible que a los bebés los expongan a tantos químicos con los que se fabrican estos productos. Por tal motivo me surgió la idea de crear una línea sostenible en condiciones de alto nivel ecológico, por eso la llamé EcoTú, pues motiva a que la gente reflexione y descubra qué tan ecológicos es cada uno”, afirma Warner.
Una anécdota que la hizo darse cuenta de la gran calidad que tiene su línea sostenible, fue cuando le citaron el caso de un niño de 8 días de nacido que estaba muy brotado y el pediatra había intentado de todo, además había dicho que la mamá de éste, no estaba alimentándose correctamente; acudieron a Kathya para que interviniera con sus productos y el brote cesó al poco tiempo de ser aplicada una de las cremas, algo que sorprendió al médico y a los padres del recién nacido.
“Además de esto, cómo ser efectivos para el medio ambiente es una de mis metas: si mis productos son arrojados en una fuente de agua o en la arena al pie de un árbol, se convierten en nutrientes para estos espacios naturales. Por otra parte, si los niños llegan a ingerir estos productos, no se intoxican, pues están hechos al 100% con insumos naturales”, garantiza Kathya.
El proceso profesional y personal que ha vivido, ha sido de reto tras reto, apoyada en la cantidad de experiencias que ha tenido con relación a la temática que más le apasiona, el bienestar de los bebés, pues siempre ha diseñado productos para este sector del mercado.
Ella quiere dar un aporte a las nuevas generaciones, su creatividad la pone en servicio de los bebés, pues quiere que todos le brinden bienestar a ellos, que son los integrantes de esa nueva generación, en un medio ambiente diferente; “porque no se está cuidando ese futuro que ya está naciendo”.
Esta diseñadora industrial graduada con doble titulación en el Savannah College of Art and Design, en EU también vivió en Hamburgo y Nueva York, ciudades que según ella, le abrieron su espectro mental a la hora de pensar en lo importante que es crear productos con diseño sostenible, pues como ella misma dice “si no cuidamos este mundo, se nos acaba”.
Su línea EcoTú posee productos tales como champús, crema anti pañalitis, crema prolactancia, crema de bebé, agua mágica (splash limpiador), crema anti estrías y góticas para relajar, porque también piensa en expandir su servicio al publico adulto.
“Todos son productos creados y elaborados bajo las más cuidadosas normas de diseño y calidad, los ingredientes son seleccionados a través de un proceso único de manera pura y natural, cuidando nuestro medio”, afirmó Kathya Warner. GC
MUY PERSONAL
Amo... A mi familia y al don de crear.
Odio... La injusticia.
Una fobia... Las lombrices.
Un agüero... Brindar mirando a los ojos.
Me hace falta hacer... Lograr que mi linea de Ecotú llegue a grandes superficies.
Sobre ella...
“Soy una mujer muy apasionada por conseguir los objetivos que me planteo”.
Sobre su carrera...
“Hay que innovar todo el tiempo para que nuestra labor sea más productiva para la sociedad”.
Sobre su línea...
“La misión es velar porque se apliquen las condiciones óptimas naturales a los productos de los bebés”.
Rafael Escobar Saumet
Twitter: @ralphsaumet