¿Has oído hablar de él? ¿Te lo imaginas usando gafas? En realidad recibe ese nombre porque alrededor de sus ojos tiene unas manchas en forma de aros blancos que parecen unos anteojos y el resto de su pelaje es negro. Lo más interesante de estas manchas es que son únicas en cada oso, como las huellas digitales de tu mano.
Si lo comparamos con otras especies de oso, como por ejemplo los pandas gigantes, los osos polares o los osos pardos, los osos de anteojos son relativamente pequeños. Pero comparados con nosotros los humanos, siguen siendo bastante grandes: imagina que los más pequeños pueden pesar 90 kilogramos, y los más grandes, pueden llegar a pesar hasta 200 kilogramos. ¡Eso es mucho más de lo que probablemente pesa la persona más grande de tu casa!
Estos osos son extremadamente tímidos así que rara vez se dejan ver. En Colombia viven en áreas protegidas de parques naturales como Chingaza, Tamá, Farallones, Tatamá, Las Hermosas o la Cordillera de los Picachos y pueden adaptarse a hábitats muy diferentes, desde el nivel del mar hasta los cuatro mil metros sobre el nivel del mar.
Los osos de anteojos son muy importantes para nuestro ecosistema. Algunos biólogos incluso los llaman “arquitectos de los bosques” porque con sus garras arrancan ramas, dispersan semillas e intervienen los bosques. Con esta tarea que realizan mientras buscan alimento, los osos de anteojos dispersan semillas por todos lados y ayudan a que en los bosques nazcan nuevos árboles.
Un osito arrancando frutas y semillas en un bosque puede no parecer muy trascendental para los humanos, pero es gracias a ellos que tenemos agua en nuestros hogares, pues son los cuidadores del bosque por excelencia.
Por eso es tan grave que el oso de anteojos sea una de las especies amenazadas en nuestro país. Se calcula que apenas quedan 18.000 y si no actuamos, en 25 años podrían haber desaparecido totalmente.
Los osos de anteojos no hibernan como otros osos ya que en el territorio en el que habitan siempre hay comida disponible. Además, son la segunda especie de osos más herbívora, después de los pandas que se alimentan de bambú. Nuestro oso puede comer carne, huevos o peses eventualmente, pero la mayor parte de su dieta es vegetariana. Para ellos, encontrar un árbol frutal es el mejor banquete.
Como toda mamá osa, la hembra de esta especie es muy celosa con sus bebés. Suele dar a luz dos cachorros en cada camada y construye un nido en el que los cuida con gran dedicación. Las crías nacen con los ojos cerrados y normalmente, los abren por primera vez un mes después. Los ositos se quedan con su mamá aproximadamente un año, cuando están listos para emprender su vida solos.
Fuentes:
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Sobre ello, la reconocida revista naturalista National Geographic dijo: “Si la
biodiversidad del planeta tierra fuera un país, se llamaría Colombia”. Y no
es una exageración: si un viajero tuviera que elegir un sólo país para
conocer la mayor cantidad posible de especies, su destino debería ser éste
país.
Esto te da una idea de la riqueza de este territorio: una de cada diez
especies de flora y fauna que habitan en el planeta se encuentra en
Colombia, convirtiéndolo en el segundo más biodiverso. Nuestro vecino
gigantesco, Brasil, es el país con más variedad de especies pero este país
abarca un territorio ocho veces más grande que el colombiano.
Sin duda, éste es un dato que aprenderás muy temprano en el colegio en
tus primeras clases de geografía.
¿Pero por qué es esto tan importante? Según los expertos* la gran
variedad de animales y plantas que hay en nuestro país nos garantizan
recursos tan preciosos como el agua y los alimentos, pero además nos
protegen contra los desastres naturales extremos.
Además de proveernos lo necesario para nuestra subsistencia, la
biodiversidad en Colombia permite que nuestro país pueda producir
muchas materias primas que ayuden a nuestra economía. A partir de
nuestra biodiversidad podemos producir medicinas, productos cosméticos
y de aseo y muchas cosas más.
Por ejemplo, si hablamos de cosméticos, los científicos ya están
desarrollando productos de belleza naturales a partir de frutas como el
chontaduro, el seje, el añil, el chachafruto, el arrayán y el prontoalivio.
¿Las habías oído mencionar?
Una encrucijada verde
En toda esa riqueza ambiental está tu futuro y el de todos los niños de
Colombia y del mundo. No es una exageración: si los recursos se
aprovechen de manera responsable, serán fuente de bienestar para todos.
Por eso, hay muchas cosas que debemos mejorar los adultos y también
los niños como tú que están creciendo con mayor conciencia. Debemos
proteger a todas las especies que hacen de nuestro territorio uno de los
más ricos el mundo.
Ya se han perdido muchos hábitats naturales, y cuando desaparece un
bosque, por ejemplo, para la siembra agrícola, desaparecen también todos
los animales que habitaban en él.
¿Sabes cuántas especies están amenazadas en nuestro país? ¡Cerca de
1200 están en peligro de desaparecer! Entre ellas están los jaguares de
las selvas tropicales, las ranas doradas del bosque húmedo o el manatí
amazónico, que nada en las aguas de los ríos del sur de Colombia.
Un país tan rico como éste enfrenta hoy una gran decisión y tú puedes
ayudar a responderla: ¿debemos proteger los diferentes ecosistemas para
que la gran cantidad de animales y plantas con las que hoy día convivimos
sigan enriqueciendo nuestro territorio, o debemos pensar sólo en satisfacer
las necesidades del presente sin importar que con ello perjudiquemos a
muchas especies y a largo plazo, a nuestra propia especie?
*Informe Colombia Viva, publicado en 2017 por el World Wildlife Fund (WWF), Ministerio de
Comercio, Industria y Turismo de Colombia y el Instituto Humboldt